viernes, 21 de marzo de 2008

Choque de trenes

Así puede tildarse el partido de futbol que hondureños y guatemalecos jugaron para saber quién iría a China. La intensidad fue tanta que esa gesta deportiva igual se puede ver como una pelea de Rotweiller y Doberman, en un garage de Nashville, y con muchos apostadores de por medio. Fueron 120 minutos de redundantes chispazos técnicos, lucidez y potencia con el balón cuyo producto fue un 0-0. En ese límite todo se arreglaba con un volado: penalties cobrados con regularidad frente a porteros que aproximaban una euforia forzada -como si se tratara de un ritual de la buena suerte- con movimientos sobre la línea del marco:- los pasos de una calistenia trompicada. Al final todo terminó con un tiro desguanguilado de Guatemala que se fue por un costado, a una altura pobre, y Honduras clasificó. También lo hizo EE.UU. quien superó a Canadá por 3 goles. México retoza porque reconoce que pasaron los mejores. Hugo Sánchez consulta al espejo, pero no obtiene respuesta.

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